Embárcate en un viaje extraordinario desde el bullicioso corazón de Tokio hasta la serena belleza del pico más alto de Japón, el monte Fuji.
Tu aventura comienza con una exploración del monte Fuji y sus alrededores. Según la temporada, puedes llegar al parque Nishinomiya-yama Shinshu, donde los cerezos en flor y el follaje otoñal enmarcan la majestuosa montaña, o a la quinta estación del monte Fuji, que ofrece vistas panorámicas del paisaje.
El viaje continúa hacia el tranquilo distrito de los lagos de Kawaguchiko. Entre noviembre y abril, es recomendable visitar el parque Ohashi, donde los cerezos en flor crean un sorprendente contraste con la calma del lago. La primavera trae consigo el Festival Fuji Shibazakura, que te sumerge en un mar de flox musgoso de color rosa. El otoño, por otro lado, ofrece un paseo por el Corredor de los Arce, repleto de rojos y dorados que contrastan maravillosamente con la tranquilidad del monte Fuji.
Para finalizar el día, elija entre explorar la belleza natural del lago Yamanaka o disfrutar de una experiencia tradicional japonesa en aguas termales. Al final del día, emprenderá el regreso a Tokio.