Utiliza la entrada prioritaria y accede sin dificultad a la Ciudad del Vaticano. Dirígete a la necrópolis vaticana, situada a 10 metros debajo de la basílica de San Pedro, bajo las grutas vaticanas y la nave central de la misma basílica. Es un cementerio romano, situado junto al Circo de Nerón, donde encontrarás tumbas que datan del período comprendido entre los siglos I y IV, tanto paganas como cristianas.
Podrás caminar por las calles y admirar los sitios venerados de la civilización cristiana primitiva y descubrir donde están enterrados los restos del apóstol Pedro, el primer papa de la cristiandad. Al final de la visita a la necrópolis, tendrás tiempo para ver la basílica.
San Pedro es el templo principal del cristianismo y su cúpula central domina el horizonte de Roma. Tan pronto cruces el umbral, verás que su interior es mucho más grande que cualquier otra catedral. Tendrás la oportunidad de ver una de las más grandes obras maestras de todos los tiempos: la «Piedad» de Miguel Ángel y de rendir homenaje en la tumba de San Juan Pablo II.
En el corazón de la basílica, bajo el altar mayor y el famoso baldaquino de Bernini, puedes descubrir la «Confesión» o «Capilla de la Confesión», que toma su nombre de la declaración de fe de San Pedro que lleva al sitio del martirio. Verás que todo el interior de San Pedro está abundantemente decorado con mármol, bajorrelieves, esculturas, mosaicos y estuco dorado.