La evidencia más antigua de un asentamiento permanente en Pula se remonta al siglo X a.C. Fundada por los Histri, una antigua tribu iliria de Istria, Pula quedó bajo el control romano en el año 177 a.C.
En este recorrido experimentarás la antigua Pula Romana y admirarás sus hermosos monumentos.
Tu recorrido comienza con una breve descripción de la antigua Pula frente a la Puerta de Oro, un arco de triunfo erigido por una familia romana prominente, los Sergios. Al pasar por el arco, tu guía local experto te llevará hacia atrás en el tiempo. Caminando por las calles de la Pula romana, podrás ver las ruinas de casas romanas cerca de la capilla de Santa María Formosa, así como fantásticos ejemplos del arte romano del mosaico.
A continuación, llegarás al centro de la vida cotidiana romana: el Foro Romano, donde conocerás el Templo de Augusto, dedicado a la diosa Roma y el emperador del mismo nombre. Después de una pausa para un café o té, será el momento de explorar el Imperio Romano.
Visitarás las ruinas de un anfiteatro que alguna vez estuvo fuera de los muros de la ciudad en la ladera del Monte Zaro y desde allí te dirigirás a las puertas dobles, llamadas así por sus dos arcos. También se pueden ver los restos de la antigua muralla de la ciudad. Unas simples puertas de bloques de piedra se interponen entre dos torres medievales, y la cabeza de Hércules y su maza están talladas en la parte superior de un arco dañado.
A continuación, visitarás el Anfiteatro donde luchaban los gladiadores, el pináculo de la herencia romana de Pula. Fue construido en el siglo I d.C., durante el reinado del emperador Vespasiano, al mismo tiempo que se construyó el edificio más grande y más famoso de este tipo: el Coliseo Romano.
La estructura particular del anfiteatro de Pula ejemplifica todos los métodos tradicionales de construcción antigua, diferenciándolo de los demás. Los pasajes subterráneos, utilizados antiguamente por los gladiadores, exhiben en la actualidad una exposición permanente llamada Olivos y Viticultura en la Antigua Istria, que presenta reconstrucciones de molinos, prensas y otras máquinas que se utilizaban para la producción de aceite de oliva y vino, así como ánforas que se empleaban para su almacenamiento y transporte.
Al plantarte frente al sexto anfiteatro romano más grande del mundo, completarás tu viaje a través de la Pula Romana con un recuerdo del pasado glorioso del Imperio Romano, una herencia que todavía imitamos y vivimos hoy.