A lo largo de la historia, los jardines han reflejado la perspectiva social, política y religiosa de las diferentes épocas. Si bien este recorrido se centra en los jardines renacentistas y barrocos de Praga, existen otras joyas de horticultura repartidas por la ciudad que abarcan desde la Edad Media hasta los tiempos modernos, desde jardines enclaustrados hasta extensas maravillas paisajistas. Durante la Alta Edad Media, los jardines se utilizaban principalmente para el cultibo de hierbas con fines medicinales o culinarios, y solo se han conservado en ciertos claustros góticos. Los viñedos de las colinas que hay alrededor de Praga también son anteriores a la época de Carlos IV. La idea de un enorme jardín palaciego surgió por primera vez en el siglo XVI gracias al emperador Fernando I, que se mostró particularmente interesado en los exuberantes jardines mediterráneos inspirados por el Renacimiento italiano. La reacción del emperador Fernando fue llevar el clasicismo al norte de los Alpes, llevándose consigo a un formidable equipo de jardineros y arquitectos italianos a la capital de Bohemia.
Entre lo más destacado de estos jardines renacentistas está el palacio de verano del Belvedere, encargado por Fernando I como regalo a su esposa, la reina Ana, aunque esta murió antes de que finalizaran las obras. Uno de los relieves muestra a Fernando presentando galantemente a su esposa una flor de los jardines reales que rodean el palacio. Diseñado por la italiana Paola della Stella, a menudo se describe como la estructura renacentista más bella fuera de Italia. forma que la caída de agua en la pila hace que resuene o "cante". El recorrido del tour te llevará a conocer el invernadero, donde por primera vez en Europa central se cultivaron higos, almendras, naranjas y limones. También conocerás cómo los tulipanes, una flor desconocida hasta el momento en Europa, fueron introducidos en los jardines reales como un regalo exótico del sultán turco de Constantinopla. Desde ahí se exportaron sus bulbos a toda Europa, incluyendo a los Países Bajos, donde alcanzaron una popularidad extraordinaria que finalmente causó la crisis de los tulipanes, ¡la primera burbuja especulativa de bulbos de tulipán en 1630!
A continuación podrás ver el Foso de Ciervos antes de atravesar los patios del castillo y descender la Escalera del Toro en dirección a los Jardines Meridionales. Tras visitar algunos lugares destacados del Jardín del Paraíso y el Jardín en el Baluarte, bajarás la colina a través de una serie de bonitos jardines en terrazas. En la parte inferior de la colina se encuentra el imponente y grandioso jardín de Wallenstein, que alberga pavos reales albinos, estatuas manieristas, grutas y fuentes. En este lugar, no solo conocerás la transición del clasicismo renacentista a las filosofías barrocas, sino también la dramática vida de Albrecht von Wallenstein, que ascendió de forma meteórica a la fama como comandante supremo de los ejércitos del imperio de los Habsburgo, solo para ser asesinado por su emperador por el poder político que acumuló a partir de sus victorias en la Guerra de los Treinta Años.
Por último visitarás el jardín Vrtba, un bonito jardín amurallado barroco situado en Malá Strana, que data del 1720. Este jardín, rara vez visitado por turistas, ofrece una idea de cómo era la vida de la nobleza en el siglo XVIII y la estética del paisaje barroco. Si subes al patio superior a través de su gruta de temática marina, podrás admirar unas vistas espectaculares al paisaje urbano de Praga.