Experiencias excepcionales
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Prepárese para regatear en los zocos y tiendas de estas dos encantadoras ciudades costeras. Contraste las tranquilas calles del pueblo de Hergla con la vibrante medina de Susa. Entre las artesanías tunecinas clásicas que podrá ver destacan las coloridas alfombras de Kairuán, los tejidos bordados, las lámparas de cobre, las babuchas de cuero y las piezas de madera de olivo. Karim, uno de nuestros expertos guías locales, afirma: "Busque la vajilla tradicional de rafia en Hergla. Los artesanos bereberes utilizan la hierba Halfa -una planta seca que crece en la región- para fabricar artesanías tejidas a mano, como las cestas que utilizamos para guardar fruta, verdura y pan. Son un recuerdo estupendo y no pesan nada en el equipaje".
Comenzaremos con un paseo por el pueblo blanco de Hergla, situado en lo alto de los acantilados costeros. Es un lugar encantador donde el azul de las ventanas y puertas se hace eco del mar. Pasee por las callejuelas para ver la antigua mezquita y observe cómo trabajan los tejedores de cestas. Tal vez sorprenda a los barcos de pesca volviendo a puerto con sus capturas.
El entramado de callejuelas de la medina de Susa, que rezuma carácter del viejo mundo tunecino, rebosa actividad. Esta medina, una de las mayores del mundo islámico rodeada de murallas, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1988 por su magnífica arquitectura árabe, que no ha cambiado en siglos. La Gran Mezquita y la fortaleza de Ribat son mis monumentos favoritos". Además del mercado principal de Bab Jadid, no se pierda Bab il Gharbi, una zona ideal para ir de compras, observar a los artesanos locales, probar la comida callejera o parar en un café.