La Conciergerie, una antigua prisión parisina, está situada en la isla de La Cité, y forma parte del antiguo palacio real, el Palais de la Cité, que consistía en 3 edificios: La Conciergerie, el Palacio de Justicia y la Santa Capilla.
Los reyes de Francia abandonaron el palacio a finales del siglo XIV para instalarse en el Louvre y Vincennes. A partir de ese momento, La Conciergerie tuvo un destacado papel judicial y parte de sus instalaciones fueron reconvertidas en prisión. Durante la Revolución francesa, cientos de prisioneros fueron encarcelados en La Conciergerie para, posteriormente, ser ejecutados en la guillotina en distintos lugares de París.
El rehén más famoso de la prisión fue María Antonieta y, durante la Restauración, se erigió una capilla conmemorativa en el lugar que antiguamente ocupaba su celda. Este espléndido palacio gótico, que pasó de ser palacio real a prisión revolucionaria, se utiliza en la actualidad como tribunal de justicia principalmente.