Si hay una ciudad que personifica la historia multicultural de Sri Lanka, esa es Galle. El casco antiguo está ubicado en una península amurallada y cuenta con un laberinto de callejones bordeados de arquitectura colonial portuguesa, holandesa y británica.
Pero la aventura comienza en Balapitiya, donde harás una parada para dar un paseo en barco por el río Madu. Explorarás sus marismas, que albergan casi 20 especies de aves y también una gran variedad de reptiles y anfibios. Deberías poder ver unos cuantos durante un safari por el río que también te llevará a través de bosques de manglares. Madu tiene 64 islotes y podrás recorrer un poco las islas antes de pasar por el Museo de Máscaras de Ambalangoda.
Luego te dirigirás a la histórica Galle. Le encantará con su rico patrimonio, sus pintorescas calles y su hervidero de actividad artística. Echa un vistazo a la antigua iglesia holandesa y la hermosa mezquita blanca en las murallas junto al mar. Ah, y las playas tampoco están mal. El almuerzo será en Galle y, si lo desea, podrá visitar una mina de piedra lunar en Meetiyagoda, antes de una última parada en un criadero de tortugas.