La emoción de esta experiencia ofrece un marcado contraste con el tranquilo ritmo de vida de Mission Beach, donde los días están llenos del suave balanceo de las hamacas, interminables horas flotando en el océano y el simple placer de la relajación.
Sin embargo, cuando llegue el momento de añadir algo de emoción a tus vacaciones, te espera una descarga de adrenalina. Imagina que la puerta del avión se abre de par en par, invitándote a rendirte a la estimulante adicción de surcar el cielo.
Mission Beach es realmente un paraíso tropical, que inspira un ciclo continuo de piñas coladas, siestas por la tarde e incontables horas pasadas en pacífica contemplación en una hamaca, pero esta aventura llena de acción es lo que necesitas para ser sacudido de tu tranquilidad a velocidades de alrededor de 200 km por hora.