Descubre dos increíbles tesoros de la monarquía británica con esta excursión de un día al castillo de Windsor y al palacio de Hampton Court. Saldrás del centro de Londres acompañado por un guía experto y amable y tendrás una bolsa de comida incluida.
El lujoso autobús climatizado partirá desde Victoria, a las 8:30 en punto (tendrás que registrarte 30 minutos antes).
Castillo de Windsor
En la cima de una colina de una encantadora ciudad comercial, se encuentra el castillo de Windsor, fundado por Guillermo el Conquistador en el siglo XI. A lo largo de los siglos, este sitio de 900 años de antigüedad ha sido ampliamente reconstruido y remodelado gracias a los 39 monarcas que han vivido allí. Hasta el día de hoy, sigue siendo un palacio en funcionamiento, así como la residencia de fin de semana favorita de la reina Isabel II. No olvides buscar la bandera de Royal Standard: si está volando sobre el castillo, significa que Su Majestad está en casa. ¿Tendrás la suerte de recibir un saludo de la reina?
Hay mucho que ver en el castillo de Windsor, desde los impresionantes apartamentos reales hasta la gigantesca e increíblemente detallada casa de muñecas de la reina María y la capilla de San Jorge (el lugar de descanso de Enrique VIII y otros monarcas). Este lugar real promete brindarte una experiencia inolvidable.
Palacio de la Hampton Court
Entra en el fascinante mundo de los Tudor en el magnífico palacio de Hampton Court. Este palacio del siglo XVI es más popular por la vida y los amores de Enrique VIII y sus esposas.
Muchos momentos clave del período Tudor tuvieron lugar en Hampton Court: el muy deseado heredero varón de Enrique VIII, Eduardo VI, nació allí, y lamentablemente es donde Juana Seymour (la esposa favorita de Enrique) moriría solo dos semanas después de dar a luz de Eduardo.
También fue donde Enrique VIII se enteró de la supuesta aventura de su quinta esposa Catalina Howard con Thomas Culpeper. La leyenda dice que Catalina corrió por lo que ahora se conoce como la Galería Embrujada en un intento de rogarle a Enrique que lo perdonase, pero fue atrapada por los guardias y arrastrada de regreso a su habitación gritando. No te sorprendas si te topas con su espíritu gritando por piedad: ¡ha habido muchos relatos de sonidos extraños y hechos inexplicables a lo largo de los siglos!
Dejando de lado a los fantasmas, el palacio de Hampton Court es un placer para la vista: la espectacular Capilla Real, la grandeza del Gran Salón y las cocinas de Enrique VIII te sorprenderán. ¡Pasea por los hermosos jardines del palacio y trata de no perderte en el laberinto más antiguo del mundo!