La mejor manera de visitar una zona de Lisboa con la mayor densidad de museos y monumentos es en bicicleta eléctrica.
Su visita comienza en el Largo da Severa y continúa por el carril bici hacia Belém. Disfruta de una parada en el Monumento a los Descubrimientos, un símbolo de la Era de la Exploración que cambió el mundo.
En Belém, admire dos sitios del Patrimonio Mundial de la UNESCO: la Torre de Bélem y el Monasterio de los Jerónimos. Asegúrese de tomarse un tiempo para visitar su iglesia manuelina única.
Después de probar un famoso “pastel de Belém” en la panadería más famosa de la ciudad, disfrute de la tranquilidad de los jardines de Belém. Echa un vistazo al Palacio Presidencial y al moderno Museo Nacional de Carruajes.
Finalmente, su última parada es en LX Factory, una antigua zona industrial rehabilitada en un espacio de ocio y compras con estilo.