Visita las tres torres de La Rochelle, restos de las fortificaciones marítimas medievales.
El desarrollo de la villa se inició en el siglo XI y estuvo asegurado a partir del siglo XIV por la protección que le brindaban las torres. Particularmente importantes fueron las torres de Saint Nicolas y Chaîne, que controlaban la entrada al puerto de numerosos barcos mercantes.
Las tres torres de La Rochelle fueron diseñadas para ser habitadas, pero entre los siglos XVI y XVIII dos de ellas (las torres de Saint Nicolas y Chaîne) también sirvieron como prisión para hugonotes y marineros extranjeros. Luego fueron utilizadas como prisiones militares en el siglo XIX. La torre Lanterne servía para desarmar los barcos antes de que llegaran a puerto y servía de faro.