Dice mucho que en un país con una variedad tan rica de flora y fauna, la Reserva Forestal de Sinharaja sea a la vez Patrimonio Mundial de la UNESCO y Reserva de la Biosfera. Al ser la última zona viable de selva tropical primaria de la isla, alberga casi dos tercios de sus árboles endémicos y cuenta con tasas de endemismo del 50% para los mamíferos y de un asombroso 95% para las especies de aves.
Su guía le llevará por senderos cubiertos de maleza, junto a arroyos, ríos y cascadas, en busca de animales salvajes y plantas raras. Son los árboles los que ocultan la fauna de la selva: pájaros, ranas arborícolas, monos y lagartos. Aunque no los vea, puede escuchar las llamadas de los cálaos grises o los sonidos de los monos en las copas de los árboles. El leopardo de Sri Lanka, raramente avistado, también merodea por este territorio, así que mantén los ojos bien abiertos por si lo ves.
Tras la caminata, siéntese a almorzar antes de regresar a su hotel. Sinharaja es un auténtico Jardín del Edén a la espera de ser descubierto.