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Playas impecables, pueblos portuarios tranquilos y un ritmo lento como norma: cuesta creer que Formentera haya permanecido fuera del radar de los turistas durante tanto tiempo. En esta excursión de medio día, pasarás por el mirador de Es Mirador, antes de visitar la bodega Terramoll para realizar una visita guiada y una sesión de cata. María, una de nuestras guías locales expertas, dice: "Mantén los ojos bien abiertos en el centro de la isla para ver higueras gigantes. Parecen enormes cabañas con techo de vegetación. Además del grueso tronco central, los agricultores añaden múltiples patas de madera para facilitar la recolección de los higos y mantenerlos fuera del alcance de las cabras".
Nuestra primera parada será el mirador de Es Mirador. Al ser el punto más alto de Formentera, es el mejor lugar para contemplar el panorama de la isla y quizás sacarse algunos selfies. En un día despejado, incluso verás Ibiza en el horizonte. Cuando te hayas saciado de este impresionante paisaje, será el momento de poner rumbo al siguiente destino. En el camino, pasarás por granjas y campos, y contemplarás paisajes costeros, todo lo cual añade encanto a la isla.
A continuación, visitaremos la bodega familiar Terramoll en La Mola. Aquí, después de una visita guiada por los viñedos y la bodega, podrá degustar aperitivos de producción local, como queso, embutidos y aceitunas. Y una visita a una bodega no estaría completa sin probar algunos de los frutos de su trabajo, con catas de vino tinto, blanco y rosado para completar la visita.
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