Si bien Auschwitz I y Auschwitz II-Birkenau son los primeros campos que nos vienen a la mente cuando pensamos en Auschwitz, representan solo una fracción de toda la red. En enero de 1945, el complejo de campos de concentración de Auschwitz se había expandido hasta convertirse en un extenso sistema que comprendía más de 40 subcampos. Estos subcampos, incluido Auschwitz III-Monowitz en Monowice, cerca de Oświęcim, desempeñaron un papel fundamental en el régimen nazi, ya que allí se enviaba a los prisioneros a trabajar.
Visitarás lugares como la Judenrampe y el comedor de las SS, que son un recordatorio estremecedor de las atrocidades que sufrieron a diario los prisioneros de Auschwitz. Estos campos, repartidos por toda la región, demuestran que toda la zona formaba parte de un complejo colosal de campos que ayudaban al esfuerzo bélico nazi.
Encontrará restos de campos de trabajos forzados, donde la explotación industrial por parte de corporaciones como IG Farben provocó la muerte de innumerables prisioneros. Los subcampos no eran simplemente lugares de trabajo, sino lugares de inmenso sufrimiento, muerte y supervivencia, a menudo eclipsados por las famosas cámaras de gas de Birkenau.
El recorrido también le llevará a los subcampos donde los prisioneros trabajaban en duras condiciones en granjas y minas de carbón. Estos subcampos menos conocidos revelan la lucha diaria por la supervivencia y las historias personales de los deportados a Auschwitz. Estas historias subrayan tanto la resiliencia como la tragedia, ofreciendo una comprensión más completa del Holocausto y del sistema de campos de concentración y exterminio que fue el complejo de campos de Auschwitz.