En el corazón de la meseta de Murgia, Altamura ha estado habitada desde la noche de los tiempos, como lo atestiguan los restos de "Ciccillo", el célebre altamurense que vivió hace más de 150.000 años. La ciudad fue refundada posteriormente por el emperador Federico II de Suabia, que la repobló convenciendo a los habitantes de las zonas rurales cercanas para que se instalaran dentro de las enormes murallas protohistóricas y construyó la imponente Catedral de Santa María Assunta con sus dos singulares campanarios. Siguiendo el ejemplo de la Revolución Francesa, Altamura proclamó la República erigiendo el Árbol de la Libertad en la plaza central en 1799. Más tarde, fue saqueada por las tropas borbónicas del cardenal Ruffo.
La ciudad, llamada "Leona de Apulia" por el coraje demostrado contra el reino de los Borbones, ofrece numerosos puntos de interés histórico y cultural, empezando por la famosa cantera de Pontrelli, que sigue las huellas de decenas de dinosaurios que hace 80 millones de años paseaban por la actual meseta de Murgia.
Experimente la historia antigua de la ciudad, a partir del Paleolítico. Descubra las salas del Museo Arqueológico Nacional y piérdase por los antiguos callejones y claustros del pueblo medieval en camino hacia la majestuosa Catedral Federicia. Durante el camino, sentirá constantemente el aroma del pan de Altamura, famoso en todo el mundo.