Viaja en el tiempo al verano de 1924 a la residencia de verano del pintor Ramón Casas. Entre el olor a pintura y los trazos de los pinceles del artista, descubrimos cómo vivía la burguesía de la época y nos detenemos a observar los mágicos detalles y rituales que la definen.
La criada de la familia te contará los secretos que guardan los muros de un monasterio milenario convertido en templo del descanso y la vida burguesa. ¿Has oído hablar de la historia de amor del pintor con la vendedora de lotería, Júlia Peraire?, te susurra.
Un viaje sensorial con música, luz, proyecciones, olores y otros efectos sorprendentes. ¡Y con historia de amor incluida!