Saliendo de Avignon hacia el Rosellón, construido en lo alto de un acantilado ocre, verás una combinación armoniosa de hombre y naturaleza, de ocre y piedra con fachadas lavadas de ocre. Si haces la visita el jueves, tendrás la oportunidad de pasear por el mercado.
A continuación, parada fotográfica en el mirador panorámico de Gordes, un pueblo de piedra seca erigido en lo alto de un acantilado. Su castillo fortificado y su iglesia dominan las casas típicas del pueblo que se construyeron con piedras de la roca sobre la que se asientan.
El recorrido continúa hasta la Fontaine de Vaucluse, donde se llega a la cueva de la que brota el río Sorgues. Esta impresionante fuente de resurgencia aún no ha revelado sus secretos y muchos espeleólogos han intentado en vano determinar la profundidad exacta del pozo.