La prosperidad de Ámsterdam durante la Edad de Oro holandesa no habría sido tal sin la contribución de la comunidad judía. Ejemplo de ello es la Sinagoga portuguesa, que se erigió en el centro de Ámsterdam en 1675 como la sinagoga más grande de la época.
El edificio todavía se usa hoy en día como lugar de culto. Sin embargo, la sinagoga está abierta al público y acoge conciertos de forma regular. El interior de la sinagoga es espectacular y alberga algunas de las colecciones más impresionantes del patrimonio judío. Déjate sorprender por la belleza de su interior, donde destacan enormes pilares de piedra, paredes encaladas y muebles oscuros, todo ello iluminado por la luz natural de 72 ventanas. Desde su consagración en 1675, el templo ha evitado el uso de electricidad. No hay luces ni calefacción. La única luz artificial del templo proviene de las 1000 velas que menguan día a día en sus candelabros. El suelo es de madera, pero está cubierto con arena para proteger al templo de la suciedad.
Entre el resto de edificios del complejo, destaca la Cámara del Tesoro, donde los visitantes pueden ver una colección única de objetos ceremoniales de plata, oro, seda y encaje. El complejo también incluye la biblioteca judía más antigua del mundo que aún sigue operativa, Ets Haim Livraria Montezinos, incluida en el Registro de la Memoria del Mundo de la Unesco.
La Sinagoga portuguesa forma parte del Barrio Cultural Judío, que también incluye el Museo Histórico Judío, el Museo de la Infancia, el Memorial Nacional del Holocausto y el Museo Nacional del Holocausto. Se trata de un complejo dedicado a la difusión de la cultura, la historia y las tradiciones judías. Con una única entrada, válida durante 1 mes, podrás visitar estos 5 lugares de interés.