¿Quieres un bronceado de primera mientras pruebas algo nuevo? Entonces una visita a un hammam o a un baño turco es definitivamente para ti. Los hammams existen en Turquía desde la antigüedad y brindan a los lugareños una forma de relajarse y refrescarse. También son excelentes para exfoliar la piel, por lo que es más probable que desarrolles un bronceado duradero.
Todo empieza cuando te llevamos a uno de los mejores hammams locales. Aquí, te pondrás el traje de baño en un cubículo y te envolverás en una toalla. Luego nos dirigimos al hammam, una habitación húmeda con azulejos de mármol y una 'gobektasi', una losa de piedra calentada en el centro. Relájate mientras el calor suaviza tu piel, abre tus poros y te hace sudar esas toxinas.
A continuación, se tumbará en el 'gobektasi', donde recibirá una exfoliación corporal seguida de un masaje de pies a cabeza con suaves burbujas de jabón. Y después de eso, disfrutarás de un masaje completo con aceite que te dejará radiante y más relajado que jamás te hayas sentido. Es una excelente manera de comenzar tus vacaciones.